Así se determina la compatibilidad entre el donante de sangre y el receptor

Uno de los procesos que se realizan en el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León son pruebas fundamentales en la compatibilidad entre el donante de sangre y el receptor. Para saber cómo se realizan estas pruebas, conocemos la función del laboratorio de Inmunohematología del Centro.

“Todos tenemos en nuestra sangre unos anticuerpos frente a un grupo sanguíneo ABO diferente al nuestro, por lo que transfundir un grupo sanguíneo frente al cual tenemos anticuerpos puede producir una reacción muy seria”, explica la Dra. Maribel González, responsable de donaciones y del laboratorio de Inmunohematología del Centro. Los anticuerpos del grupo sanguíneo ABO son anticuerpos naturales y están presentes desde poco después del nacimiento, por eso, “siempre hay que estudiar el grupo ABO del donante, independientemente del número de veces que hayan donado”.

El proceso para determinar la compatibilidad entre el donante de sangre y el receptor comienza en la sala de donaciones donde, además de la bolsa, se extraen cuatro tubos de control en los que se realizan todas las analíticas imprescindibles para que la transfusión sea segura en el receptor.

Estos cuatro tubos se llevan al laboratorio de Inmunohematología, donde se llevan a cabo principalmente dos procesos. En el primer proceso se realiza el estudio del grupo sanguíneo ABO y, además, se realiza el escrutinio de anticuerpos irregulares, que “muestra si se ha estado en contacto con antígenos de grupo diferentes al tuyo, ya sea por una transfusión o un embarazo”, dice la hematóloga. El segundo son las técnicas manuales.

A todos los donantes se les determina el grupo sanguíneo mediante el método ABO pero, además de este, existen otros muchos grupos sanguíneos. “Si el receptor de sangre también ha estado en contacto con otros grupos sanguíneos, puede haber desarrollado anticuerpos, por eso a un porcentaje de los donantes también le hacemos esos grupos sanguíneos más especiales como el Rh, el Kell, el Lewis y otros muchos: para tener sangre disponible para receptores que hayan desarrollado anticuerpos frente a esos grupos. Solo se les puede transfundir sangre negativa para esos antígenos”.

Todo esto se identifica de manera automática gracias a los equipos del laboratorio, que después transmiten la información al sistema para etiquetar las bolsas de sangre y evitar así errores de registro.

El laboratorio de Inmunohematología del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León es un laboratorio de referencia en este ámbito. “Todas las pruebas inmunohematológicas de los receptores que no pueden llevar a cabo en los servicios de transfusión se realizan aquí”, afirma la responsable del laboratorio.